Desde el punto de vista humano, habría sido lo mejor, en materia de costo/beneficio. Pero, el amor de Dios no te valora por lo que eres o por lo que haces; Dios simplemente te ama a despecho de lo que hagas o no hagas: lo único que él espera de ti es que des oídos a su voz.
Con esa visión de tu valor, sal a enfrentar los desafíos de este día. Y recuerda la promesa divina: "Ahora, pues, si dieres oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente
Con esa visión de tu valor, sal a enfrentar los desafíos de este día. Y recuerda la promesa divina: "Ahora, pues, si dieres oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente
santa".