sin olvidar jamás las ilusiones,
las que no necesitan de razones,
para insuflar aliento a la utopía.
Vuela hasta el cielo, corta la guía
que te ata al suelo de las decisiones,
que, a dentelladas, rompió corazones
y congeló la sangre que fluía.
Siéntete libre cuando hayas partido,
no te detengas en las antesalas
aunque escuches gemir a los vencidos.
Al llegar a lo más alto bate alas,
tu prisión quedó abajo, en el olvido.
Seca tus ojos del llanto que exhalas.
Vuela alto, muy alto, tan alto,
donde haya razones para luchar,
y desde allí invita a levantar vuelo a los caídos,
porque cada sueño nunca se debe de dejar de soñar
Posted by jesus es nuestra solución on Miércoles, 15 de julio de 2015